jueves, 5 de marzo de 2020

Danza tu vida



Joaquín Benito Vallejo




Desde que nacemos, que somos nuevos, 
ya nos calzan con zapatos viejos, 
nos arrullan con cuentos como dijo el poeta, 
o lo que es lo mismo, con mentiras viejas.

Nos diseñan la vida.
Rayas y manchas de tópicos y estereotipos la pavimentan,
y ensucian.
Losas de refranes y rutinas nos aplastan.
Cimientos y cementos de dichos sin hechos.

Repetimos las voces de los ancestros.
Rezamos mantras y padrenuestros, letanías y rosarios.
Nos inculcan temores e ilusas canciones.
Ilusos miedosos en procesión nos llevan.

Calzados con zapatos de otros,
con trajes hechos para otras perchas.
Somos fotocopias borrosas.

Nos cuentan las mentiras que a ellos les contaron
y nosotros las contamos como verdades nuestras.
¡Qué bonito es el cuento, el cielo, las flores, los ángeles, el caramelo!

Por aquí no vamos a ningún sitio.
Es un callejón cerrado.
Como darnos un palo para matar mosquitos.

Así no vamos a ningún lado.
No existen caminos trazados, se hace camino al andar.
Y al andar, hacemos nuestros pies y nuestro caminar.
Nuestro sentir, nuestro palpitar.


Nuestros pies pisan el suelo, no otros pies.
Así sabemos lo que es andar, y cómo es el camino que recorremos.
Aprendemos a caminar al recorrer el sendero.

Nuestros pies, nuestro cuerpo, nuestro corazón, nuestra fuerza, nuestro esfuerzo, nuestro valor, nuestro dolor.
Nuestro camino, el nuestro, el hecho con nuestros pasos,
el que se marca en el suelo hasta el horizonte, 
por el que tenemos que transitar y caernos, 
con sus vericuetos, subidas y bajadas, baches, altozanos, recodos que no conocemos, 
donde puede haber agua clara o un charco seco, 
donde puede aparecer un ruiseñor o una culebra, 
una mariposa, o un ciempiés, un mosquito, una avispa, 
u otra persona como tú que también está haciendo su camino, 
con el que te has encontrado y has compartido palabras y algún trozo de verso que quedara en su alforja y te alimenta.


La vida es danza, la danza es cuerpo.
Vamos a crear nuestra vida paso a paso, golpe a golpe, risa a risa, beso a beso.

Antes hemos de quedar limpios de la danza que llevamos dentro.
Hemos de raspar de nuestra piel la costumbre y la rutina.
Borrar las fórmulas hechas.
Despojarnos de la vida trazada por otros.

Vamos a aprender otra danza nueva.

Otra vida nueva. Tu vida y tu danza, no la de otro cualquiera.
Olvídate de la danza que te enseñaron en la escuela.
No es tu danza.
Es la de tu maestra, la de tu madre o la de tu abuela.

Danzar es expresarte con tu cuerpo, con tus brazos, tus piernas, tu rostro, tu corazón, tus entrañas, tu grito, tu silencio.
Es expresar tus emociones y sentimientos.

No es copiar clichés de otras épocas, con el tutú, las zapatillas y la coleta.

Danzar es lanzar a los otros el fuego que dentro te abrasa y quema.
Ese fuego que tanto has escondido para que ni tú lo sientas.
Esas llamas y esas ascuas, y el carbón y las cenizas y las pavesas.
La pena que se evapora y se transmuta en nube.
La nube que se hace negra, y que revienta y que estalla, que llora como tormenta,
Que grita y que tiembla,
La pena que se libera y se hace risa plena.

No hagas lo que te dicen que has de hacer,
no sonrías para que ellos se sientan felices y tú te creas contenta. 
Tu risa ha de brotar de tu alma y golpear el cielo con rabia,
para que se mueran de envidia y de asombro, las penas y las novelas.

Lo que no forma parte de ti, te sobra, te estorba.
Desaprende lo hecho. No es tuyo. 
Es una antojera que te han puesto.
Busca nuevas herramientas para sembrar tu tierra.
Admira tu soledad y recrea tu espera.
No te creas que danzar ha de ser risa y alegría. 
Es también tristeza y llanto.
Es emoción, quebranto, asco, nausea, borrachera.

Y la emoción es plena, no plana. Es diversa y contraria.
Es luz y sombra. Es cara y es cruz. Es amor y es dolor. 
Es zozobra, incertidumbre, duda, insatisfacción, es hambre y es sed, es necesidad necesaria.
Para estar y para ser.

Busca, indaga, explora, prueba, experimenta.
Ni tu madre ni tu escuela pueden determinar lo que eres ni de qué manera.
Han de abrirte la puerta para que te vayas lejos, mostrarte los mundos que hay. 
Han de señalar los zapatos y las herramientas para que tú elijas la que quieras.
La danza y la vida es expresar las emociones que llevas. 
Busca las formas y los modos de hacerlo.
Rompe el molde, el estereotipo, la rutina. 
No hagas lo que está hecho.
Eso es lo fácil y cómodo, es cierto.
Pero si tú quieres ser tú, has de hacerte a ti misma, tu misma.

Has de explorar las capacidades del cuerpo, de los sentidos, del movimiento, del sentimiento.
Todas las posibilidades y las formas de hacerlo.
La vida es camino, con sensaciones, emociones, encuentros y despedidas.
Haz de sentirlas. 
Conecta con la danza, con tu cuerpo, siente, emociónate, llora, tiembla, palpita.

Explora y experimenta todos los colores, empápate a chorros. 
Emborráchate a mares.  
Extrae lo mejor de ti, lo que te define, lo único, lo distinto, lo diverso, lo que no tiene nadie más que tú, porque todos somos distintos y únicos, no más, ni tampoco menos.


1 comentario:

  1. Rocío Salmoiraghi7 de octubre de 2022, 6:24

    Bendita sea la creación de realidad y los múltiples caminos que existen para experimentar la creación. Me entusiasma que en la escuela se valore la libertad expresiva. Gracias

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